RFID es una de las tecnologías más polivalentes que existen. Esta tecnología no ha dejado de crecer y de adaptarse a los diferentes sectores industriales, ya que el límite de sus implementaciones está solo en la imaginación.
Sus aplicaciones son infinitas. Puede utilizarse en tiendas, ganadería, hospitales, productos alimenticios, control de accesos… y quién sabe las posibles aplicaciones que podrá tener en un futuro.
Qué es, para qué sirve y ámbitos de aplicación principales
RFID (identificación por radio frecuencia) es un sistema de almacenamiento e identificación de productos que usa dispositivos denominados tags (etiquetas) y un lector RFID que los identifica.
La RFID transmite la identidad de los objetos mediante ondas de radio, lo que permite leer su información a distancia. Esta solución permite tener localizado cualquier producto en cualquier momento dentro de la cadena de suministro.
A pesar de sus múltiples utilidades, la aplicación más importante de la RFID es la logística. Se usa para el seguimiento de palets y envases y para el seguimiento de camiones y remolques en envíos o en sistemas de distribución.
Sectores industriales en los que se puede incorporar la tecnología RFID:
- Textil
- Farmacéutica y medicina
- Alimentación
- Logística y Transporte
- Agricultura
- Automoción
- Ganadería
¿Es mejor utilizar la RFID que utilizar códigos de barras?
La tecnología más extendida para la identificación de objetos es la de códigos de barras. Sin embargo, estos presentan algunas desventajas:
- Debe haber visión directa entre código y lector
- Escasa cantidad de datos que pueden almacenar
- Imposibilidad de ser reprogramados
Por el contrario, la RFID cuenta con muchas ventajas significativas. Esta tecnología consiste en usar chips de silicio que puedan transferir los datos que almacenan al lector sin contacto físico. Además no es necesario tener visión directa, es decir, el código es leído aunque esté dentro de un empaque o bolsa, lo que permite la lectura de muchos objetos al mismo tiempo y no uno a uno como con otras tecnologías.
Además, su seguridad es mayor frente al código de barras, ya que no puede copiarse o duplicarse con la misma facilidad.
Ventajas de la RFID en el sector logístico
La tecnología RFID permite eliminar más del 90% los errores que pueden surgir en el control de inventarios y en la logística. Estas son las ventajas por las cuales la gran mayoría de las empresas ya cuentan con ella:
- Facilidad operativa: Uno de los problemas más comunes en una cadena de suministro viene provocado por los embalajes de los productos. La gran mayoría de las veces, estos van en diferentes packaging, lo que dificulta su identificación y la captura de datos. La gran ventaja que aporta la tecnología RFID en estos casos, es que permite leer las etiquetas sin necesidad de tener un contacto ni línea de visión directa, esto le permite a los operarios trabajar de forma mucho más eficiente reduciendo tiempos, esta tecnología permite leer cientos de productos en cuestión de segundos.
- Gestión de inventario: Con esta tecnología es posible conocer el estado de cualquier mercancía en tiempo real y en una velocidad récord. Los tiempos de respuesta de la tecnología RFID es menor a los 10 ms, lo que lo convierte en el sistema más rápido para la localización y gestión de productos.
- Capacidad de almacenamiento: Las etiquetas RFID permiten almacenar datos al contrario de las etiquetas de código de barras.
- Seguridad: El alto grado de complejidad de las etiquetas RFID hace que duplicarlas sea mucho más difícil, cada vez son más seguras.
- Automatización: Todos los datos recogidos por las frecuencias RFID se envían automáticamente a una base de datos. Esto permite consultar los datos en tiempo real independientemente de donde nos encontremos.
- Vida útil: Si comparamos las etiquetas RFID con las etiquetas de códigos de barras, las RFID son mucho más duraderas. Al no ser necesario un contacto directo para su lectura, hace que su desgaste sea mucho menor. Hay etiquetas que pueden ser reutilizadas ya que permiten la reescritura, esto les otorga un segundo uso.
¿Cómo utilizan en la actualidad las empresas la RFID?
En la actualidad las empresas utilizan esta tecnología en los siguientes procesos:
- La identificación de productos
- La gestión de mercancías
- La gestión de almacenes
- El control de existencias
- El seguimiento de materias primas, productos en proceso y terminados.
- El mantenimiento
- La operación
- La trazabilidad.
- La entrada y la salida de cargas
- La innovación
- La mejora y el rediseño de procesos
Algunos casos de éxito de implementación son:
Michelín en 2003 empezó a desarrollar neumáticos con RFID para los fabricantes de automóviles. Su principal objetivo era el seguimiento de neumáticos, en cumplimiento con la TREAD.
Inditex en 2014 eligió la tecnología RFID para mejorar los procesos de inventario y reducir la pérdida desconocida y el hurto.
¿Cómo funciona un sistema de RFID?
En Montega estamos especializados en la implementación de sistemas RFID para la localización y control de stock en almacenes. Esta solución garantiza el control total de la mercancía, otorgando una completa trazabilidad del producto, evitando el fallo humano, aumentando la fiabilidad y reduciendo las pérdidas.
El siguiente caso es un ejemplo de su funcionamiento para el almacenaje de productos manufacturados en una fábrica:
- Tenemos un proceso de fabricación donde los productos se almacenan en cajas. Para poder identificarlas, se añaden etiquetas RFID.
- Antes de llenar las cajas, el operario indica al sistema qué tipo de producto, y, a continuación, acerca el lector/grabador a la caja que va a llenar. De este modo, el identificador de la etiqueta RFID queda asociado al tipo de pieza.
- Una vez que las cajas se llenan, son retiradas al almacén.
- En dicho almacén, hay una capacidad de 15000 unidades. Al tener identificadas todas con RFID, podemos saber al instante la cantidad y el tipo de producto que tienen. Además de tener la hora, el día, quién realizó la carga, etc.
- En este ejemplo, los datos son gestionados por un software que realizamos a medida según las necesidades del cliente.
- Los operarios tienen lectores/grabadores, y en el almacén hay antenas que barren toda la superficie para poder realizar de forma automática el inventario.
Con la implementación de este sistema RFID se pudieron ahorrar costes en etiquetas impresas y se eliminaron los errores en el almacén.
Diferencia entre frecuencia baja, alta y ultra alta
Los sistemas RFID utilizan diferentes frecuencias, pero las más habituales son la baja frecuencia (de 30 KHz a 300 KHz), la alta frecuencia (entre 3 MHz y 30 MHz) y la ultra alta frecuencia (de 300 MHz a 3 GHz).
La baja frecuencia, LF (30 KHz a 300 KHz)
Son las mejores para el seguimiento de frutas, verduras, bebidas y otras sustancias con alto contenido de agua; el etiquetado de animales y el control de acceso.
- Rango de lectura corto. Para que el lector lo capte debe estar como máximo a 10 cm.
- Poca posibilidad de interferencia de ondas de radio, lo que facilita su uso en un entorno altamente electromagnético.
- Velocidad de lectura más lenta. No es posible utilizar estas etiquetas si es necesario leer varias etiquetas simultáneamente.
- Longitudes de onda largas, lo que facilita la penetración de objetos metálicos y que funcione de forma óptima en superficies líquidas.
La alta frecuencia, HF (entre 3 MHz y 30 MHz)
Como tal, se eligen estas etiquetas cuando se necesita rastrear objetos sin acercarse demasiado a ellos: para localizar artículos en una tienda, para el seguimiento del progreso de los pacientes en los hospitales, para el seguimiento de los libros de la biblioteca, el transporte…
También funcionan para sistemas de pago sin contacto y emisión de billetes.
- Rango de lectura más amplio, entre 10 cm y 1 metro.
- Son más sensibles a las interferencias de otras ondas de radio.
- Velocidades de transferencia de datos más rápidas que LF.
- Longitud de onda más corta. Pueden operar en un ambiente relativamente húmedo pero tienen una capacidad limitada para penetrar objetos metálicos.
- Más asequible que las etiquetas LF.
La ultra alta, UHF (entre 300 MHz y 3 GHz)
Esta frecuencia se suele utilizar para realizar pagos de peajes, gestionar los sistemas de aparcamiento y en sistemas de transmisión y recepción para teléfonos inalámbricos.
- Rango de lectura hasta 12 metros.
- Es propensa a la interferencia de ondas de radio. Es la frecuencia más sensible.
- Tiene la tasa de transferencia de datos más rápida en comparación con LF y HF, ideal para leer muchas etiquetas al mismo tiempo.
- La longitud de onda es la más corta. No funciona en superficies metálicas y líquidas.
- La etiqueta más barata del mercado, más barata que HF y LF.
¿Qué cantidad de información puede almacenar una etiqueta RFID?
Existen varios tipos de etiquetas. El chip de la etiqueta posee una memoria interna con una capacidad que depende del modelo y varía de una decena a millares de bytes.
Las etiquetas pasivas poseen una capacidad de memoria de entre 32 y 128 bits y hasta 1MB en activas.
La mayoría de las etiquetas RFID tienen 96 bits de memoria.
Tipos de etiquetas RFID
Según su memoria podemos clasificar las RFID como lectura o lectura y escritura:
- Solo lectura: su código de identificación es único y es personalizado durante la fabricación de la etiqueta.
- De lectura y escritura: la información de identificación que contienen puede ser modificada por el lector.
Actualmente podemos encontrar diferentes tipos de etiquetas RFID, catalogadas según sus necesidades de alimentación:
- Etiqueta pasiva: Las etiquetas pasivas no requieren una fuente de alimentación interna. Esta etiqueta necesita la energía de las ondas de radio de un lector. Dado que estas implican un menor coste de producción, están destinadas para ser desechables.
- Etiqueta activa: Las etiquetas activas, a diferencia de las pasivas, poseen su propia fuente autónoma de energía. Los transpondedores RFID del sistema activo (un microchip con una antena) se colocan en los productos y luego se accede a la información a través de un lector para transferir toda la información a un ordenador. Además, tiene una pequeña batería integrada para transmitir sus datos de producción y están diseñadas para la lectura a larga distancia.
- Etiquetas semi-pasivas: estas disponen de baterías internas, al igual que las etiquetas activas. Sin embargo, solo se activa cuando está cerca de un lector.
Alcance de las etiquetas RFID
La distancia máxima de lectura o escritura de estas etiquetas es de 10 metros. En sistemas con transpondedores activos puede conseguirse un alcance de hasta 100 metros, gracias a su reducida longitud de onda, basta con usar una antena de dipolo.
Legislación y normas ISO principales
Hay una gran variedad de organizaciones que han establecido los estándares para la RFID según intereses y aplicaciones. Las normas ISO principales son:
- ISO/IEC 18000, que define la interfaz aérea para dispositivos de identificación por radiofrecuencia (RFID) que operan en la banda Industrial, Científica y Médica (ISM) de 860 MHz a 960 MHz utilizada en aplicaciones de gestión de artículos.
- ISO/IEC 14443, relacionado con las tarjetas y dispositivos de seguridad de identificación personal electrónicas, en especial las tarjetas de proximidad.
- ISO/IEC 10536, que especifica las características físicas de las tarjetas de acoplamiento cerrado (CICC). Se aplica a tarjetas de identificación del tipo de tarjeta ID-1 que funcionan en una ranura o en la superficie de un dispositivo de acoplamiento.
- ISO 15693, estándar para Tarjetas de Vecindad (Vicinity Cards), como las tarjetas que pueden ser leídas desde una mayor distancia que las tarjetas de proximidad.
Los beneficios para las empresas de contar con soluciones RFID son muchas y variadas, es por ello que las empresas cada vez son más conscientes de que este tipo de tecnologías son necesarias para la mejora de procesos que repercuten en un ahorro de costes y en un mayor control de su negocio, y todo ello les permite ofrecer un mejor servicio a sus clientes.
Si necesitas más información, ponte en contacto con nosotros, estaremos encantados de ayudarte.