Las instalaciones eléctricas industriales son el corazón de muchas empresas. Sin embargo, muchas veces quedan en el olvido, pasando varios años sin recibir una evaluación técnica, y eso puede convertirse en un riesgo económico, legal y también es un peligro para los trabajadores.
Una instalación eléctrica en mal estado no solo afecta la productividad de la empresa, sino que también compromete la seguridad del personal y puede derivar en sanciones por incumplimiento de normativas. Por eso, es fundamental saber en qué momento conviene dar el paso y renovar.
Hoy os contamos cuándo es el momento indicado para renovar una instalación eléctrica industrial:
Cuando la instalación tiene más de 15 años
Los materiales usados en instalaciones eléctricas sufren un desgaste con el paso del tiempo, y además las normativas sufren cambios. Si tu instalación tiene más de 15 años, es probable que no esté preparada para la demanda actual ni cumpla con los estándares vigentes de seguridad y eficiencia.
Con el tiempo, los aislantes envejecen, las conexiones se aflojan, y componentes como interruptores o contactores pierden fiabilidad. Además, las nuevas exigencias energéticas y tecnológicas de la industria requieren sistemas más robustos, precisos y adaptables. Actualizar una instalación antigua no es solo una cuestión técnica, también es una decisión estratégica para mantener la competitividad.
Cuando hay fallos frecuentes o cortes inesperados
¿Saltan los diferenciales, hay fusibles que se queman constantemente o cortes que no puedes explicar? Los fallos repetitivos son una señal clara de que hay problemas estructurales. Seguir parcheando no es la solución: una renovación puede evitarte paradas no programadas y pérdidas importantes.
Estos fallos suelen ser consecuencia de sobrecargas, conexiones defectuosas o incluso fallos en la distribución de cargas. Más allá de interrumpir la producción, pueden derivar en daños a maquinaria, accidentes o deterioro de componentes electrónicos sensibles. Renovar la instalación asegura una red más estable, confiable y segura.
Cuando tu producción ha aumentado y tu instalación es insuficiente
Muchas empresas empiezan con una instalación pensada para cierta demanda, pero con el tiempo crecen, suman máquinas o ampliaciones… y la instalación no acompaña. Esto no solo genera sobrecargas, sino que pone en riesgo todo el sistema.
Al crecer la demanda energética, es común que se improvisen soluciones rápidas: cables adicionales, cargas mal distribuidas, o protecciones que ya no están dimensionadas correctamente. El resultado es un sistema saturado, con riesgo de incendio, ineficiencia energética y fallos en cadena. Renovar te permite dimensionar correctamente según las nuevas necesidades y planificar futuras expansiones.
Cuando hay riesgo eléctrico o falta de documentación
Cables sin identificación, cuadros sin protecciones adecuadas, mala organización… son señales de una instalación antigua o mal ejecutada. Además, si no tienes planos actualizados o documentación técnica, renovar te permite dejar todo en regla.
La falta de documentación complica el mantenimiento, la detección de fallos y la toma de decisiones. Una renovación permite rehacer esquemas eléctricos, etiquetar componentes, cumplir con normativas como el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), y facilitar inspecciones técnicas. Todo esto suma no solo seguridad, sino tranquilidad para el responsable de la instalación.
Cuando quieres mejorar la eficiencia energética o automatizar
Una instalación obsoleta limita las posibilidades de integrar nuevos sistemas, sensores o automatización. Si estás buscando hacer más eficiente tu planta, primero necesitas una base eléctrica moderna, segura y adaptable.
Las nuevas tecnologías industriales, como el IoT, la monitorización en tiempo real o los sistemas de gestión energética, requieren una infraestructura adecuada. Además, una renovación te permite instalar sistemas más eficientes, como iluminación LED, variadores de frecuencia, sistemas de arranque suave o medidores inteligentes, que ayudan a reducir el consumo y optimizar el uso de la energía.
Renovar a tiempo es prevenir. Postergar la renovación puede salir mucho más caro que hacerlo a tiempo. Las consecuencias de una instalación antigua o deficiente pueden ir desde pérdidas económicas importantes hasta accidentes graves que afecten a las personas y a la imagen de la empresa.
En Montega ofrecemos tanto revisiones como estudios para la mejora de tus instalaciones eléctricas, con el objetivo de que sepas cuál es el estado real de tu instalación y qué conviene hacer según tu caso. Nuestro equipo de profesionales está preparado para asesorarte y ayudarte a tomar decisiones que aporten seguridad, eficiencia y tranquilidad